Durante años estuve perdida
Como náufraga
silenciosa
En un mar de lenta agonía
Derramando perlas a solas.
A mi lado había palmeras
Arenas blancas y finas
Observando las mareas
Bello y grácil compañero de fatigas
Siempre estabas en mi mano
Me aislabas de toda porquería
Para mi eras el más dulce canto.
Pero nunca me hablabas
Sólo cosas me narrabas
Hasta que un soleado día
Me dijiste: ¿por qué no me escribes?
Compañero te miré fascinada
¡Era imposible! Más tú me hablabas
Me insistías, me decías maravillas
No estás sola, era lo que repetías.
Miré a mi alrededor extrañada
Pues sólo veía arena y mar
Tras tus palabras sólo quise jugar
Y descubrí compañía en aquel lugar.
Las olas bailaban el sol me bañaba
La arena me guiaba el mar me saludaba
El júbilo me inundaba la danza no paraba
Los delfines brincaban las aves volaban.
Caí en dulces lágrimas anegada
Nunca había estado sola
Tan sólo muy cegada
Como me lo escribía una ola.
Con el tiempo una lancha me quiso recoger
Mas sin problemas la ignoré, era ésa mi isla
De imaginación y escrituras bellas
De la que nunca me iría
No volvería a la Tierra.
Ahí sigo aún por mis letras acompañada
Aún sigo en esa fantástica danza
Que aquel “mudo” libro me descubrió encantado
De paisajes amorosos y de ríos maravillosos.
Creado en el año 2010. Publicado en la Revista Literaria: Palabras Diversas, número 23, en Espacio Abierto.
Nunca ne habías mostrado este poema, aunque soy una persona que le cuesta la literatura lo entendí :) muy lindo
ResponderEliminarEs uno de los muchos que tengo escritos :)
EliminarMe alegro de que te haya gustado! :D